Compasión para nosotros, Compasión para el mundo.
A veces pensamos que la compasión es un sentimiento que se tiene o no se tiene, y/o que solo personas muy espirituales, como el papa Francisco, la madre Teresa, el Dalái Lama, Nelson Mandela o el arzobispo Óscar Romero, por ejemplo, poseen… Pero la compasión forma parte de los muchos aspectos de nuestra mente-corazón. En Asia no se hace esta separación entre mente (lo racional) y corazón (lo emocional); se consideran uno solo, y en él residen también las cualidades más hermosas y transformadoras del ser humano.
La compasión es la práctica de la cercanía. Nos permite percibir y sentir lo más bello y también lo más difícil (como el sufrimiento que vemos en el mundo) sin caer en apego o rechazo.
Nos abre el corazón y nos trae una sensibilidad profunda hacia lo hermoso, hacia la interconexión y el respeto por la vida. Al mismo tiempo, nos permite reconocer el sufrimiento, ya sea humano, animal o de cualquier forma de vida, incluyendo el medio ambiente.
La compasión puede darnos fuerza y coraje para estar frente a situaciones que para muchos serían demasiado difíciles de comprender o soportar.
Por eso su práctica es tan importante hoy en día: no solo para nutrir nuestro ser, sino también para aprender a responder de manera más sabia al mundo que nos rodea.
En este seminario exploraremos la práctica de la compasión como una forma de enriquecer e inspirar nuestras vidas.
Michael Schwammberger – Hermano Miguel de Plum Village
Nació en Inglaterra en 1964 y creció en la bella isla de Ibiza. En 1992 empezó su práctica dentro del budismo en Gaia House, The Barn y Sharpham College, en Inglaterra. En 1996 llegó a Plum Village, centro del Maestro Zen Thich Nhat Hanh, inspirado por su libro Hacia La Paz Interior y en febrero de 1997 se hizo monje. Ha sido monje durante 15 años, acompañando a Thich Nhat Hanh en sus giras y guiando la práctica en los diferentes monasterios de Plum Village. Fue el abad de uno de los monasterios de Plum Village durante 5 años. En 2012, tras un año sabático, decidió volver a la vida laica y ahora sigue guiando la práctica como maestro laico dentro de la tradición del maestro Thich Nhat Hanh.