Maravilloso Silencio

RESPIRO – Siento cómo el aire entra plácidamente en mi cuerpo a través de mi nariz, cómo se ancla en él, cómo recorre cada célula de mi cuerpo, y cómo, finalmente, regresa al exterior.

Después de un día ajetreado en la ciudad, viajando dentro del transporte público lleno de personas como yo, cansadas. Después de un día andando por las calles llenas de personas que, como yo, están estresadas. Sintiendo el tráfico intenso sumido en un atasco permanente y con personas que literalmente están atrapadas en él. Con el aire viciado, no sólo de polvo y química, sino de emociones mal gestionadas, olvidadas, rechazadas, confrontadas, llego a casa.

Necesito parar, necesito contactar con mi silencio interior. Necesito sentir ese maravilloso silencio.

Conecto con mi respiración, necesito oír el latido de mi corazón, sentir cómo mi abdomen recibe y devuelve el aire tan preciado. Necesito ver con claridad mi vida. Necesito oler el mundo y degustar su sabor. Necesito tocar el silencio, ese maravilloso silencio interior.

Al poner atención a mis sentidos puedo disfrutar de mis emociones, sean las que sean, sin juicio, porque ellas me hacen sentir viva y me acarician el alma. Contactar con mi ser. Puedo disfrutar del presente, puedo sentir ese maravilloso silencio y dejarme transportar por el vaivén de la respiración.

Maravilloso silencio, quiero seguir bailando al son de tu música.

RESPIRO – Siento cómo el aire entra plácidamente en mi cuerpo a través de mi nariz, cómo se ancla en él, cómo recorre cada célula de mi cuerpo, y cómo, finalmente, regresa al exterior.