Con la llegada del COVID-19 y el confinamiento, desde Quietud comenzamos a ofrecer todos nuestros programas online, incluyendo la formación anual de instructores BMIT (¡inscripciones cerradas!).
Ante este cambio, nos preguntamos cómo poner a la tecnología de nuestro lado para ofrecer una experiencia lo más inmersiva y humana posible en cada encuentro virtual. Hay mucho que podemos hacer para lograrlo, y en esta serie de 3 artículos vamos a compartir contigo todo lo que hemos aprendido en estos últimos meses.
Hablaremos mucho de tecnología, sí, pero no todo es tecnología. Cada uno de los temas que iremos cubriendo vendrá también con algunas reflexiones humanas.
Parte 1: Ver
Como seres humanos, el peso que tiene en nuestra percepción de la realidad el sentido de la vista es gigante. Empezaremos entonces por aquí, y lo primero y más fácil de ajustar para ofrecer una buena calidad de video, sea por Zoom o cualquier otra aplicación, es la iluminación.
La fuente de luz en la habitación en la que estamos no debe estar nunca a nuestras espaldas, especialmente si es una ventana, porque en este caso la gente nos verá como una silueta oscura. Si tenemos alguna lámpara encendida, lo ideal es que el foco no salga en la pantalla, porque la gente verá una esfera de luz que será molesta y distraerá. Lo ideal es que la fuente de luz nos llegue desde atrás de la cámara: lo mismo que uno intentaría al tomar una foto.
Opcionalmente podemos invertir en iluminación adicional, como por ejemplo estos paneles LED de Neewer, a colocar detrás del ordenador, apuntando a la pared que esté a nuestras espaldas. Pero la verdad sea dicha, si tenemos una buena cámara probablemente no será necesario.
Cámaras
Con la iluminación resuelta, podemos ocuparnos de la cámara. La opción más barata es la que ya tenemos: la cámara del ordenador. La gente nos podrá ver, pero la calidad no es muy buena, incluso si tenemos Mac (Apple), que suelen tener cámaras de mayor calidad que otros ordenadores.
Hay webcams baratas, de menos de 50€, que probablemente sean mejores que la cámara del ordenador, pero ya que vamos a invertir dinero en esto, vale la pena gastar un poco más.
En Quietud usamos la cámara Kiyo de Razer (99€). La calidad de imagen es excelente, y como bonus tiene incorporado un anillo de iluminación LED, que mejora la imagen en situaciones de poca luz. Otra alternativa es la Logitech c922 (125€). No tiene el anillo LED, pero viene con un buen micrófono incorporado. Si bien es un poco más cara y no la hemos probado, las reseñas online son muy buenas. Ambas cámaras pueden ir sobre el monitor, o montadas en un trípode (que en el caso de la Razer se compra aparte).
Si decides comprar la Kiyo o la Logitech, y al entrar a la tienda online no hay stock, deja tu email y te notificarán cuando haya disponibilidad nuevamente. Por lo que vimos no suelen tardar en reponerlo. Al comprar la Kiyo, puedes registrarte antes en el Newsletter de su tienda (arriba a la derecha aquí) y te darán un descuento de 10€.
En caso de que compres otra cámara, lo importante es verificar que captura imagen en resolución 1080p. Si tienes una cámara profesional, también puedes conectarla a tu ordenador: probablemente tendrás aún mejor calidad de imagen sin necesidad de gastar dinero extra.
Monitor
Hasta aquí nos ocupamos de la imagen que transmites, ¡pero también es importante la que recibes! Y si bien no puedes controlar las cámaras ni la iluminación de las demás personas, sí puedes elegir dónde las ves.
Tener un segundo monitor de 24 pulgadas tiene dos grandes ventajas. La primera es que podrás ver el video de cada participante más grande y los sentirás más cerca. La segunda es que con Zoom en el segundo monitor, tienes la pantalla de tu ordenador libre para dejar allí lo que necesites tener a mano para referencia, o incluso tomar notas.
Si utilizas un segundo monitor, comprar una webcam se vuelve casi obligatorio. No tanto por la calidad de la imagen, sino porque querrás colocar la cámara justo encima del segundo monitor, para que la gente sienta que la miras cuando hablas. Si utilizas la cámara del ordenador, la imagen será muy extraña (con un buen primer plano de tu mentón).
Izq.: cámara del ordenador. Der.: Razer Kiyo montada sobre el monitor externo. La diferencia en la calidad de imagen se aprecia más al ver el video en directo y en pantalla completa.
¿Qué monitor comprar? Hay tantas opciones que nos volvimos un poco locos para encontrar «la mejor». Finalmente elegimos un Dell S2421HS (155€). Excelente relación calidad precio, modelo recién salido al mercado y marca confiable. Muy recomendable.
Ver con el corazón
Con tantas «sugerencias tecnológicas», es fácil olvidarse de que al final de cuentas lo más importante no son estas herramientas, sino lo que conectan: seres humanos.
Ver a las personas no es sólo tenerlas en un monitor más grande. ¿Puedo tomarme unos minutos para mirarlas una a una a medida que van entrando a Zoom, y conectar con el ser humano que hay del otro lado? Recordando en esa suerte de práctica que, detrás de cada cuadradito en la pantalla, hay un mundo de anhelos, de esperanzas, de desafíos, de sufrimiento y de alegrías.
¿Puedo dedicar unos minutos, antes de conectarme a Zoom, para reconectar con mi intención, mi porqué, despertando una actitud compasiva y de servicio que luego lleve al encuentro virtual?
Tal vez la clave esté en poder dar al factor humano y al factor tecnológico la importancia que ambos se merecen, sin aferrarse a uno y escaparse del otro.
Si este artículo te resultó útil, ya puedes leer la parte 2 aquí.