Un día varias mujeres decidieron dar el primer paso a una transformación apoyándose en el movimiento y en la danza.
Hoy abrimos los corazones para contar un poco de esta experiencia. Conectar con nuestro cuerpo de manera amorosa y respetuosa, con miradas cómplices que desean compartir lo que son.
Utilizando el espejo, como un referente de auto imagen. Valorando las difrencias para construir algo común y personal.
Encontrando en el lenguaje del movimiento la via para caminar juntas, paso a paso como en una marcha de esperanza y seguridad.
Déjate empapar por la inocente y genuina expresión de este momento. Como el águila que pasa por un proceso de renovación, también nosotr@s necesitamos aprender a transformar nuestras vidas.